Llame a tu
puerta en una tarde de agosto…
Calurosa,
casi eterna…casi noche…inolvidable.
Se cruzaron
tus ojos de sorpresa inaudita…
Con los míos…de
romance y de soberbia.
Y tus manos
asintieron el consuelo…
Y mis manos…se
encontraron con las tuyas.
Descubrí
que el tiempo vuela, en tus labios colibríes.
En tus
cabellos de aura silenciada, de sobriedad pautada.
De las palabras
guardadas… y de ansias de besarte…
Que escondí…con
mis temores… y esperanzas.
Era tarde
lo sabia… esta vida, ya acompaña tu quimera.
El el otro…el
que consuela tus dolores…
El que
tiene tus mañanas, el que llama con tu nombre.
El que
vuelve por las noches tu delirio…ave de fuego.
El que
tiene la desgracia, de anidar en tu desvelo…
Yo viaje
desde el desierto de mis males…
A encontrarme
con tus ojos de gaviota, con tu voz….
Con tu
destierro….
Ya lo sé…llegue
tarde, ya lo sé…pero no entiendo….
Porque escribes
con mis manos, porque tienes un deseo…
Porque guardas,
porque callas…porque tiemblas…
Cuando espero…
Cuando espero
que lo digas…que señales mi camino.
Que me
digas…donde espero, donde guardo mis poemas
Donde pongo
lo que siento…
Donde voy,
a donde olvido….donde muero.
Baldra
Torres
© Copyrigth
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