Ocurre que
las veredas azules se han cerrado.
Bajos la
espesa niebla y mis ojos asombrados.
El puente
que cruzaba el misterio de la duda ya no existe
Solo la
vieja ciudad, sus calles sucias y
perdidas rutas de regreso.
Ocurre que
la otra que era antes anda en busca de mi misma.
Sin brújula,
sin tiempo …sin hechizos ni perfidias.
Acumulados
sueños que padecen de ignominia.
Terror a la
verdad, a la mentira y al pecado de mi cuerpo.
Ocurre que
los cuervos de la noche están pendientes.
Y mis alas
de paloma mensajera ya no vuelan.
Los matices
de colores han perdido su destello.
Porque
existe la maldad., y el amor es una de ellas.
Ocurre que
parece que amanece y sigue oscuro…
Y yo
encuentro un epitafio para el día menos pensado.
“Yace aquí
la poeta de unicornios desterrados…
Que murió
por dar a luz a sus versos abdicados”.
Baldra
Torres
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