Pasaron de lado…
Tuertos, defecados de su angustia,
Torturados por el espasmo,
Pasivos insolutos…aglutinados,
Todos ellos, todos…
Esperando que llueva mana del cielo.
Terriblemente acomodados,
Presos de sí mismos,
No queriendo voltear a ningún lado…
Pájaros sin alas, roedores del queso,
Que el más fuerte les coloca como trampa.
Que penosa humanidad arrastran!
Me conmueve su apesadumbrada memoria,
Su orgulloso pasado lleno de escombros,
De dioses revelados, pero muertos…
De guerreros de paz, y asesinados,
De oro que cambiaron por palabra de ángel.
Y que siguen vendiendo para calmar su sed…
De más sed, de más hambre…
Aquí los vi pasar, desde el agujero mío,
Desde mi cueva protectora, desde mi propio abismo.
Les escuche contar la
misma historia.
La aprendida desde hace algunos siglos.,
Me quise unir a su concierto,
A la repetida y constante evolución del miedo…
Pero ellos no reconocieron mi rostro parecido al de ellos.
Me quede quieta, los deje ir y los perdí de vista,
Sé que van a volver un día de estos…
Y yo me sentare a mirar el espectáculo del hombre.
Desfile de mortales en las calles, en los barrios, en las
plazas…
Baldra Torres
©Copyright.
Comentarios
Publicar un comentario