POEMAS DEL SEGUNDO AIRE

No se si llego ayer…el mes pasado… O el ano en que vi que volvieron las quimeras. Me acompana desde entonces y se acomoda quieta… Entre mis brazos… con la unica intesion, De no dejar que se me vayan las tristezas… Se vuelve un poco mas de vez en cuando… Y se complace en contarme las historias de los otros. Los que un dia la abandonaron. Ella siente que esta en mi, para ayudarme a olvidar… Las que me amaron… Pero nada entiende del amor…pues no es humana. Ni siquiera tiene un nombre perculiar…pero se afana. En quedarse instalada en mis entranas… Para luego recordarme…que si existe, que no es mala… Porque ella alimenta mis enojos y mis miedos… Y los vuelve sensaciones de dolor, y de reflejos.. Y despide un olor a terquedad, a resistencia y a desvelos… Y ese aroma que la envuelve…me acompleja… Me destruye y me renueva…tiene un algo de complejo. Yo me niego a llamarla por su nombre…porque pienso… que no se como decirle que la entiendo… que a veces tambien…quiero core

En la esquina de la calle de los olmos… Alli donde fue mi primer beso…solidario. Donde cambiaron las palabras…las guardaron. Donde llegaste tarde al dolor y la esperanza… Las compraron. En el pueblo de la flor de calabaza… Donde danzan los amantes del jaguar y el pan de muerto. Donde guardan los despojos de los ebrios caminantes, Donde quedan las noches del baile del tecuan…y   sus danzantes Alli, en la tierra donde el tiempo tiene un sueno… Y se llama con su nombre al defensor de libertades… Donde están los verdaderos…los sinceros… Los amantes del afán de tradición, y su alma de alacranes… Es la casa de mi madre la que espera… La que suena con mis sueños…la quimera… La que vive en mis dolores, mis tristezas… La que pende de mi cuello…como el árbol de la vida… la que espera…que yo vuelva, Baldra Torres Derechos Reservados

Bendita costumbre de acostumbrarme… De dar siempre el paso siguiente…y el otro..y el otro. Y descansar en la orilla del camino de ahuehuetes y de escombros…. Y despertar el verano siguiente…con las mismas ganas de seguirte amando. Después de un minuto la costumbre se hace costumbre… Como caminar descalzo y esperar que salga el sol en el poniente… O como divisar el hombro del gigante…en que se convirtió el dolor... Y se hizo complaciente. Tarde o temprano llegan las tarde del desierto y sus visiones… Antes incluso de que puedan asomarse los ojos de mi amada y sus temores. Y se vuelve una cosa cotidiana esto de amar y ser amado…sin rencores. Este incierto pero ciertamente solidario compas…que viene y va..con sus amores Por eso bendigo la costumbre del amor, que nos separa del dolor de las verdades. Y nos hace entrelazar lo simple y lo sencillo, con el duro amanecer de los un dia creimos, En el amor, en la verdad, en la esperanza…y en los Dioses. Bendita tu y mi maldita costumbre de ac

Yo digo que no es verdad…y tu te vuelves paloma. Blanca, voladora, vagabunda,… y sonadora. Elevada al viento, benevolente y utopica…pasajera. Deidad eres con los ojos del Dios sol…que te venera.. Y yo digo que es verdad…que sos estrella… Yo te miro desde lejos…y pareces intocable… Y supongo que no tengo, mas remedio que olvidarte. Pero dejas que mi aliento tan mordas y tan cobarde.. Te conciba como Diosa...y termine en adorarte.. Estas hecha de un consuelo, de un dolor que no termina. De un despojo de virtudes que adormecen mi utopia… Y te vuelves la de antier…la   sonriente…la sencilla. Y yo te amo como siempre…tan verdad, y tan mentira. Una fiesta de cortejos se consume en tus mananas… Son las voces de los hombres que te amaron…sin palabras. Son historias que se guardan…sin decirlas, sin contarlas. Porque pesan como el tiempo, porque son una falasia. Y yo digo que es mentira …que no existes…no   eres nada. Baldra Torres Derechos Reservados

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No era necesario…morir en el intento. Si acaso hubiera sido un intento fallido y lisonjero… O al menos un después…con bombos y platillos… Un morir celebrando…los despojos del destino… No era necesario decir que no me amabas… Distraerte y contarme historias vanas… Desplegar en tus excesos mis afanes y mis fallas… Considerar al fin…que no eras…que no estabas… No era necesario poner tierra de por medio…y olvidarme… Despojar al inerme mundo de este ufano pendenciero… Y dejarme morir intentado desprenderme de tu cielo… O quedarme sin dolor…sin destino…y sin deseo… No era necesario dejar que el tiempo dijera lo contrario… Y ver pasar los días, los meses y los anos… Y guardar en cada uno de ellos…la memoria de los daños… Para luego acabar por entender que no hay pasado… No era necesario pasar de largo por mi calle…sin mirarme… Baldra Torres Derechos Reservados

Pasadizo secreto…tu nombre…. Una palabra inequívoca y delirante… Un eco de la voz que acompaña… lo distante… Un sonido del silencio…que me llama…insinuante… Es tu nombre… el que observa…el que me dicta… Los niveles del deseo en que se esconde… El rigor con que los sueños lo meditan… Y que al tiempo se convierten   en roble… Se llama como tu ese silencio… Tiene huellas de tus manos y me toca y me sorprende… Porque viaja en mis adentros como el vino…que adormece… Y levanta mis augurios hasta el cielo de los fieles… Como rayo de luz, como el viento…como tú eres…. Es un poco tu nombre este momento… Un decir de las cosas que me aquietan y me incitan…. A nombrarte y a adorarte…y a pedirte que permitas… Que el amor que me serena y me acompasa…no desista… Que te vuelvas algo más que solo un nombre…. Que hoy…existas… Baldra Torres Derechos Reservados