Lo sé, es una advertencia…
Ella cerró los ojos y yo la puerta.,
Después volvimos a encontrarnos.
Veinte años después.
Y yo seguía enamorada de mi misma.
Y ella del cuento de Wendy…
La maldita Wendy de Serrano.
Pero es que dos décadas son un suspiro!
Me repito cada dos segundos
Desde entonces.
La moraleja es simple…
Uno nace con el estigma del amor,
Y jamás se deshace de él,
Aunque cambie de
cuento,
Aunque vuelva a leer a Borges,
Aunque se quite la venda de los ojos…
Aunque resista a ser izquierdista,
Chavista, comunista…
O senador de la república.
Uno nace con el sello en la derecha:
El amor no es un recuerdo…
El amor es la memoria.
Baldra Torres
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